Se abre el debate: Empresas de EE.UU. dan un giro en contra de políticas tildadas de «woke», ¿y en Chile?

Los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI por sus iniciales) en las empresas están en el centro del debate en Estados Unidos. Es que varias firmas han comenzado a echar pie atrás en este tipo de programas, en medio de presiones de activistas conservadores. El caso emblemático, en noviembre, fue el de Walmart, que anunció que dejaría de vender productos con temática LGBTQ de terceros en su tienda online. Y que se abstendría de compartir datos con una ONG que hace seguimiento de políticas dirigidas a esa comunidad.

También comunicó que cerraría el «Center for Racial Equity», una entidad benéfica que creó en 2020, tras las protestas por el asesinato del afroamericano George Floyd, y a la que se comprometió a financiar con US$100 millones en cinco años. Antes de Walmart, otras firmas habían emprendido ese rumbo. Entre ellas estaban Harley-Davidson, Tractor Supply o John Deere. La presión para que las compañías echen pie atrás en estás temáticas viene de grupos conservadores. El influencer Robby Starbuck es, quizás, la cara más visible. El cubano-estadounidense cuenta con 731 mil seguidores en X y 361 mil en Instagram. Según él, en una publicación en su cuenta de X, habló con los ejecutivos de Walmart -antes de que echaran pie atrás en DEI-, y les advirtió que estaba escribiendo sobre ellos y sobre sus políticas. «Millones de empleados tienen mejores entornos laborales», dijo al conocer lo que había hecho Walmart. Sus seguidores lo llenaron de aplausos. La pregunta que muchos se hacen tras estos casos es si la tendencia podría llegar a Chile. Y si es que existen grupos de presión que -tal como Starbucks- estén lanzándose contra las empresas por las DEI. Es que esta presión también ha surgido en otros niveles. Según publicó el Diario Financiero, hoy, sobre todo tras el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, distintos inversionistas están apostando por empresas sin programas DEI. En simple: el movimiento «anti woke» llegó a los negocios. La semana pasada se anunció el primer ETF que no invertirá en empresas «woke», es decir, aquellas que desarrollen programas de inclusión y diversidad. Se trata del fondo Azoria Partners, que reflejará el índice S&P 500, pero excluirá a empresas que utilicen cuotas de diversidad en contratación y ascensos. ¿Su primera víctima? Starbucks, la cadena de cafeterías considerada liberal por sectores conservadores. ¿Grupos de presión en Chile? ¿Existen estos grupos de presión en Chile? «No se ha observado que existan grupos en Chile que estén ejerciendo una presión activa para que las empresas retrocedan en sus políticas de diversidad e inclusión», dice Valeria Cox, líder regional de Diversidad e Inclusión en Stanton Chase. Agrega, a ello, que a diferencia del contexto estadounidense, donde el concepto de «woke» ha sido politizado y se ha asociado a una agenda ideológica específica, en Chile no se aprecia una situación similar.

Luciano Castellucci, fundador de Ahora, consultora experta en construcción y estrategia de marcas lo ve de otra manera. «Más que grupos empujando esto, es la propia sociedad que está dándose cuenta que el tema identitario se nos fue de las manos y más que unir, terminó dividiendo a la sociedad», explica. En la misma línea, señala que el consumidor percibe cuando las marcas no son auténticas y están respondiendo únicamente a una agenda, lo que puede afectar la confianza y las ventas. ¿Llegará la tendencia a Chile? «En Chile, hasta ahora, no se ha observado un impacto concreto derivado de esta situación. No obstante, es posible que algunas empresas chilenas estén atentas a esta tendencia, especialmente considerando la relevancia de Walmart como referente global en estos temas», señala Cox. Luego, agrega: «La influencia de empresas líderes siempre puede generar cuestionamientos internos sobre la continuidad de ciertas prácticas, pero por ahora se observa más como un tema de análisis que de acción concreta». En alguna medida, Castellucci coincide con Cox en cuanto a lo que podría ocurrir. «Chile no está ajeno al mundo -señala-, y efectivamente esto se contagiará. Así como el tema de diversidad fue importado del mundo desarrollado, es de esperar que esta corrección también llegue al país, puesto que la clase dirigente de las empresas siempre toma como referencia las prácticas empresariales de países como Estados Unidos». Carolina Murua, experta laboral de la reclutadora global de talentos y cargos estratégicos LHH Recruitment Solutions ve algo distinto. «Desde nuestra experiencia cada vez son más las compañías enfocadas en generar nuevos planes o sacar nuevas estrategias, pero siempre mirando el tema de inclusión y diversidad, dado que las organizaciones tienen una obligación de ajustarse a esas necesidades, no solamente por un tema de cumplir una cuota de contratación, sino que también en poder darle la posibilidad a todos los talentos», sostiene. Mientras, Isaías Sharon CEO de Perzon.ai, asegura que «aunque no se observa un fenómeno similar en Chile en términos de eliminación de programas DEI, hay desafíos estructurales que podrían limitar su avance. Las empresas chilenas, en general, están adoptando estas temáticas como respuesta a presiones globales y a cambios normativos, más que como un compromiso interno y estratégico». Añade, en ese sentido, que «si las grandes empresas extranjeras reducen su inversión en DEI, es posible que las filiales en Chile sigan esa misma línea, especialmente si perciben que estos programas no generan resultados financieros tangibles».

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